Los agentes acudieron al establecimiento en el que una persona estaba molestando a la clientela y alterando el orden público, al parecer bajo los efectos del alcohol. Sin mediar palabra con los guardias civiles, el hombre, muy alterado, empezó a insultarles y amenazarles, intentando agredirles cuando le pidieron que se identificara. Tras un forcejeo, P.K., tuvo que ser reducido y detenido.