Cara y cruz de Belmonte

AGENCIAS
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La catalana logra la plata en los 1.500 libre, pero queda eliminada en los 200 mariposa

Mireia Belmonte, la gran estrella de la natación española, cerró ayer con sensaciones contradictorias la jornada de los Europeos de Londres, tras pasar de la alegría de colgarse la medalla de plata en los 1.500 libre a la decepción que supuso quedarse fuera de la final de los 200 mariposa. Unos resultados que responden a la gran carga de entrenamiento con la que ha llegado a la cita continental la deportista nacional, que, centrada en la preparación olímpica, no ha efectuado una puesta a punto específica para este campeonato.

Esta circunstancia ha condicionado no solo el programa de la catalana, que en Londres nadará únicamente tres pruebas individuales, la mitad que hace dos años en los Europeos de Berlín, sino también sus resultados, como se comprobó ayer.

 Así en poco más de una hora, Mireia Belmonte pasó del júbilo de alzarse con la medalla de plata en los 1.500 libre, tras firmar su mejor registro del curso con un tiempo de 16,00,20, a la desilusión que supuso verse fuera de la final del 200 mariposa, tras ser incapaz de mejorar su marca de las preliminares.

La de Badalona, que defendía el título conquistado hace dos años en Berlín, firmó, con un tiempo de 2,10,78, la quinta peor marca de todas las participantes en las semifinales. Un discreto registro, seis segundos por encima de su propio récord de España que dejó a la nadadora del UCAM Murcia fuera de una final, en la que sí estará su compatriota Judit Ignacio, que tendrá hoy una nueva oportunidad de sellar su billete para Río, tras quedarse a tan solo una décima de la mínima exigida.

Todo fue alegría, sin embargo, para María Vilas que logró su primera medalla en una gran competición internacional, tras colgarse el bronce, por detrás de Mireia Belmonte y de la inalcanzable Boglarka Kapas en la final de los 1.500 libre. Un metal que recompensó el valiente planteamiento de la nadadora gallega, la única que se atrevió a seguir el fortísimo ritmo impuesto por la húngara, y que permitió a Vilas soñar hasta los últimos 100 metros con ocupar la segunda plaza del podio. Finalmente, la plata se la arrebató la catalana, que con una táctica totalmente opuesta, nadando de menos a más, adelantó en los dos últimos largos a la joven de Villagarcía de Arosa, que tuvo que conformarse con la tercera plaza.

 Por su parte, la nadadora Melani Costa concluyó, con una marca de 1,58,08, en cuarta posición la final de los 200 libre, muy lejos, además, de la tercera plaza. En la misma prueba, la también española Patricia Castro no pudo escapar de la octava y última plaza, tras nadar en 1,58,69.

 Completó la actuación nacional de la jornada el velocista Miguel Ortíz-Cañave, que fue incapaz de lograr un puesto en la final de los 50 libre, tras lograr, con un tiempo de 22,46, la decimoquinta marca en las semifinales.