La empresa que resultaba adjudicataria de las obras de urbanización del Picón, la segoviana Mestolaya S.L., ha renunciado a este contrato. La oferta con la que se había presentado esta firma, que ya había trabajado en la capital ribereña en las obras del barrio de las Tenerías, contemplaba una rebaja de más de 400.000 euros con respecto al precio base de licitación, que rondaba los 1,2 millones de euros. Al constatar esta importante diferencia, desde el Ayuntamiento de Aranda se pusieron en contacto con la empresa segoviana que procedía a justificar la baja temeraria con gran rapidez.

Al parecer, a la hora de redactar la oferta presentada a este concurso público, cometieron un error y no incluyeron el porcentaje correspondiente al beneficio industrial y los gastos generales, que suele rondar el 19% pero que esta firma había pensado en fijar para este contrato en el 11% del total. Sin incluir esta cantidad, los responsables de la empresa comunicaron al Ayuntamiento de Aranda que no les era viable la realización de la obra, por lo que renunciaron al contrato.

Ante este escenario, y una vez que se dio por justificada la baja temeraria, como marca el trámite administrativo, se comunicó a la empresa que había quedado en segundo lugar en el concurso de adjudicación, cuya oferta era 120.000 euros superior.

Así las cosas, las obras para convertir El Picón en un espacio para eventos culturales y de ocio las realizará una firma del Grupo Hermanos Riesgo y se espera que puedan comenzar a lo largo de lo que queda de este mes de noviembre. De esta forma, al haber acelerado los trámites para justificar la anterior baja temeraria y el cambio de empresa, la previsión es que se puedan cumplir los plazos que se habían marcado en el convenio firmado Art de Troya, que ponía como fecha tope finales del próximo mes de abril para tener el espacio ya habilitado para la próxima edición de Sonorama Ribera.