Reacción y victoria

J.C. Moreno
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El Burgos CF se sobrepone a una mala primera parte y al gol del Deportivo Fabril y logra el primer triunfo de la temporada

El Burgos CF vivió ayer la primera alegría de la temporada, una alegría que durante más de 50 minutos había sido un nuevo suplicio y que despertó la primera bronca en las gradas. Sin embargo una transformación radical en la segunda mitad, una notable mejoría en el juego y, por fin, un mayor acierto rematador dieron la vuelta al partido y permitieron al conjunto de José Manuel Mateo sumar el primer triunfo de la temporada. También influyó, y mucho, la entrada en el campo del argentino Antonio Rojano y, sobre todo, Adrián Cruz, el centrocampista más dotado futbolísticamente de toda la plantilla, que dio otro aire al equipo.  

El partido comenzó con problemas y sorpresas. Beobide se resintió de unas dolencias y se quedó en la grada, obligando a Mateo a reestructurar todo el equipo, con Undabarrena como único medio defensivo y Goti y Machuca por delante. Además Yaw debutó como titular en la banda izquierda y Madrazo se situó en la derecha. Y la sorpresa, ver a Aritz Borda en el banquillo. El técnico decidió dar la titularidad a Acosta como compañero de Julio Rico.

Los primeros minutos fueron ilusionantes, con el Burgos buscando el área contraria, sobre todo por la derecha con Aldalur y Madrazo. Pero fue un espejismo y con el paso de los minutos el ritmo local fue decreciendo, permitiendo al filial del Deportivo estirarse más y crear los primeros problemas, sobre todo a balón parado, ahora mismo una asignatura pendiente del equipo de Mateo que tiene que arreglar con urgencia. El primer aviso llegó con un córner en el minuto 22 que no acabó en la red de milagro. Y el segundo acabó en gol, tras una falta lateral que remató sorprendentemente solo uno de los centrales del Fabril. El gol abrió la primera brecha entre el equipo y la grada, una afición muy descontenta que se había pasado 40 minutos sin ver ni un solo remate a puerta. Y pudo ser peor si al borde del descanso Jaso no hubiese evitado casi de forma milagrosa un contragolpe de tres jugadores del Fabril totalmente solos. El Burgos estaba contra las cuerdas, también su entrenador, pero todo cambió en la segunda mitad. El equipo dio un paso adelante y desde el primer minuto arrinconó al Fabril en su área, con dos acciones de Goti y Yaw como antesala al tanto del empate, con un magnífico servicio de Cervero a Yaw, que batió a Álex Cobo en su salida.

Con el empate el equipo burgalés pareció liberarse, aunque sobre todo el cambio más importante se dio con la entrada de Adrián Cruz y Toni Rojano. El primero se cargó el equipo a su maltrecha espalda y el segundo se convirtió en el acompañante perfecto de Cervero en la delantera. El Burgos pasó a un 4-4-2, con Goti en la banda, donde mejor se desenvuelve. Llegaron los mejores minutos del Burgos y el gol de la victoria, con un balón ganado de nuevo por Cervero que le llegó a Rojano y el argentino se sacó un extraordinario pase interior a Goti, que definió a la perfección.

Fue el premio a los mejores minutos del Burgos, un equipo que había ganado en solidez y eficacia con los cambios. Pero quedaban más de 25 minutos y había que defender el resultado ante un rival muy desdibujado respecto a la primera parte. El Burgos apretó los dientes, intentó mantener el control del juego por dentro, con Adrián Cruz y Undabarrena y el inestimable apoyo de Cervero y Rojano, un jugador este último muy intenso y que puede ayudar y mucho a este equipo. El premio pudo ser aún mejor con un lanzamiento de Adrián al palo, pero la victoria ya estaba asegurada y el Burgos podía celebrarlo por primera vez esta temporada.

 

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