«El rugby es para gente que busca algo diferente»

José A. del Cura / Aranda
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Óscar Casado | Jugador burgalés de El Salvador

Nacer en Burgos no tiene por qué ir asociado al atletismo o un balón esférico. Para muestra, Óscar Casado (Burgos, 16/03/1992), flamante campeón de la pasada edición de la Copa del Rey de rugby con el Silverstorm ElSalvador. El arandino -burgalés de nacimiento y vallisoletano de adopción- desvela que detrás del deporte del balón ovalado, y por violento que pueda parecer, se esconden unos valores que encarnan la verdad del deporte en su estado más puro.
 
Cuéntenos, ¿quién es Óscar Casado?
Un chaval normal de Aranda que empezó a jugar al rugby y, después de mucho entrenar y mucho sacrificio, ha llegado a ser campeón de la Copa del Rey.
¿Cómo se llega hasta ahí desde Aranda, ciudad en la que el rugby es testimonial?
Pues precisamente así, con mucho sacrificio, esfuerzo y gustándote mucho; si no, hubiera sido imposible. Para poder tirar de algo, tiene que gustarte.
¿Qué se le pasa a uno por la cabeza para decantarse por el rugby y no por otro deporte?
A mí nunca me ha gustado excesivamente el fútbol. No le veía la gracia. Sí que me gusta jugar con amigos, pero practicarlo y dedicarme a ello, no. De todas formas siempre he sido una persona que se ha movido mucho en el deporte, así que llegado el momento opté por el rugby y me gustó.
¿Pero por qué el rugby y no el balonmano, que está tan arraigado en Aranda?
Tuve algún contacto con el balonmano, pero cuando empecé a mirar algo más en serio se empezó a organizar el rugby en Aranda. Empecé con un amigo cuyo padre, Gaby Rivero, jugaba, y fue uno de los que estuvo promoviendo que hubiera un equipo en Aranda. Así me animé y hasta ahora. 
¿Y cómo ve la evolución del Rugby Aranda? ¿Cree que puede ayudarle su título de campeón?
Espero que sí. A ver si la gente se anima y ve que esto también es un deporte muy satisfactorio. Hombre, no es el fútbol, pero da también muchas alegrías.
¿Cómo llega a Valladolid? 
Fui a jugar con los juveniles o los cadetes, ahora no recuerdo, para participar con la selección de Castilla y León en el Campeonato de España. El seleccionador regional se puso en contacto con Walter, otro de los promotores del rugby en Aranda, y le dijo que le mandase un par de chavales a una concentración. Fuimos y me eligieron a mí. Se dio además la casualidad de que el seleccionador era el entrenador juvenil de El Salvador, y me dijo si quería ir a jugar el Nacional juvenil de clubes. A raíz de ahí, ese mismo año competí con ellos, aunque no estaba viviendo en Valladolid, y al poco me dijeron que si quería ir allí a vivir. Me fui y allí sigo estudiando.
A lo largo del tiempo ha jugado prácticamente de todo, de apertura, centro, zaguero... ¿Dónde se encuentra más a gusto?
De zaguero, aunque la verdad es que he jugado prácticamente de todo. Incluso ahora, en División de Honor, ha habido partidos en los que he empezado de ala, luego he jugado de zaguero y he acabado de centro, pero donde mejor me encuentro es de zaguero.
El rugby no es un deporte de masas.¿Cómo cree que puede llamar la atención?
Es para gente que tiene la necesidad de buscar algo diferente. Tienes que ser bueno en muchos deportes y estar muy bien equilibrado, no es como centrarte solo en una disciplina. Pero lo que tienes que tener en la cabeza es que te guste el deporte y que vas a tener que sacrificarte.
Lo más llamativo es ese aspecto de caballerosidad detrás del contacto. Incluso en un derbi como el de la pasada final de la Copa del Rey entre El Salvador y el Quesos, equipos ambos de Valladolid. ¡Cuánto tendrían que aprender otros deportes! 
Nosotros lo tenemos tan metido en la cabeza y no nos imaginamos jugar de otra manera. Pero a ningún deporte, ni con los amigos ni nada, es impensable ya competir sin estos valores.
¿De qué estado de salud cree que goza el rugby en España? Porque el lleno en el Nuevo Estadio José Zorrilla no es indicativo.
Pues no lo sé. Espero que vaya mejorando, aunque sí que es cierto que últimamente se nota que cada vez va más gente a ver los partidos con respecto a hace tres años, por ejemplo. Parece que va subiendo, y que siga así.
¿Podría ser un deporte emergente a partir de ahora o cree que tiene es difícil que progrese?
Yo creo que va a ir a más. No creo que esto -la final de la Copa del Rey, que congregó a 27.000 espectadores- se quede en nada. Imagino que poco a poco irá entrando en los medios y que eso servirá a los clubes para conseguir también más patrocinadores.
Y hablando de futuro, ¿cuáles son sus próximos retos, en lo deportivo y en lo personal? 
Ahora mismo, siendo segundos en la clasificación optamos a al play off de la Liga. Entraríamos directamente a las semifinales y así a puestos europeos, que estaría bien. En lo personal, dicen que es mejor no conformarse con nada para poder seguir creciendo, así que no me pongo metas.