El Athletic Club remontó ayer en San Mamés (2-1) a un Celta que se encontraba en inferioridad numérica y recuperó la quinta plaza de la Liga, la privilegiada posición que persiguen los dos equipos, ambos ya matemáticamente europeos, para evitarse las previas de verano de la Europa League.

Orellana abrió el marcador en el minuto 13 para premiar el primoroso primer cuarto de hora del equipo gallego; Aduriz empató el choque de penalti y, ya con los visitantes en inferioridad por expulsión de Cabral, Raúl García completó la remontada local marcando desde el suelo.

El partido comenzó con un recital ‘celeste’ tanto en la recuperación del balón como en la creación de juego. El primer cuarto de hora fue un río de pérdidas locales con sucesivas ocasiones de los de Berizzo, que ya pudieron adelantarse en el primer minuto, pero Aspas no acertó.

Otra indecisión a la hora de rematar, esta vez de Nolito, malogró una segunda oportunidad viguesa en una jugada en la que, no obstante, Orellana disparó desviado.

A la tercera fue la vencida. Nueva pérdida bilbaína en medio campo y Marcelo encontró a Orellana, que batió con maestría a Iraizoz en el mano a mano.

Aunque remitió en su dominio, el Celta todavía se acercó un par de veces más antes, Aspas al borde del área y un centro de Jonny que remató Wass, antes de que el partido cambiase radicalmente.

El duelo varió definitivamente su rumbo con la aparición de Aduriz, quien, en un santiamén, igualó el marcador y dejó a los celtiñas en inferioridad numérica.

El ariete guipuzcoano, primero, fue objeto de un claro penalti de Cabral, que después transformó, y finalmente, protagonizó también la jugada en la que el central, que le tocó con la bota estando el delantero en el suelo, vio la tarjeta roja.

La segunda mitad comenzó con un gran dominio de los vizcaínos, que a punto estuvieron de abrir la lata con un sorprendente disparo lejano de Raúl García que dio en el palo. En la siguiente acción, de nuevo el navarro sacó petróleo en la pelea en el primer palo con Sergi Gómez tras un centro de Williams. Hubo que ver repetida varias veces y desde diferentes ángulos la jugada para saber de dónde sacó el pie Raúl para rematar el balón a las mallas.

Parecía que ahí tenían que acabar las hostilidades ante la superioridad bilbaína tanto en el número de jugadores como en el marcador, pero los del ‘Toto’ Berizzo, ejemplares, sacaron fuerzas de donde ya no las tenían para asediar el área de Iraizoz y hasta ilusionarse con el 2-2 en un remate de Wass que rechazó el navarro.

No sacó provecho de ese arreón final el Celta y fueron los de Valverde los que se llevaron tres puntos que se presumen claves en la pelea por una quinta plaza que ya toma claro color rojiblanco.