Tres jornadas seguidas sin marcar y novena sin encajar gol. Los contrapuntos que deja un partido en el que el Burgos mostró sus problemas graves de pegada, agudizados por la falta de claridad en su juego debido a la ausencia de Adrián Cruz, la brújula del medio campo. David Martín tiró del carro pero no fue suficiente para romper el cerrojo de un serio Gernika. Próximo partido, el derbi en Miranda