Asociar la seguridad al territorio y llevarla, si es preciso, al metro cuadrado concreto en el que exista un riesgo latente de que se produzcan hechos que conculquen las leyes, ordenanzas o derechos individuales. Ese es el objetivo que persigue la Policía Local en la transición hacia los nuevos tiempos que se avecinan a cuenta de la división de la ciudad en cinco grandes distritos.