El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil investigará al conductor del camión que el miércoles provocó un accidente con dos fallecidos como presunto autor de sendos delitos de homicidio por imprudencia grave. El solo hecho de haber sobrepasado la línea continua de la N-I e invadido el carril contrario para chocar contra el turismo en que viajaban las víctimas ya justifican la incoación de diligencias por este tipo de ilícito penal. Pero es que, además, el chófer portugués dio positivo en la prueba presencial de alcoholemia, en concreto una tasa de 0,30 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, índice que duplica los 0,15 que tienen como límite los conductores profesionales. La Benemérita espera a los resultados de análisis de la muestra de sangre enviada al Instituto Nacional de Toxicología para imputarle también un delito contra la seguridad vial, que agravaría la pena en caso de llegar el procedimiento a juicio.

Por el momento, el conductor del camión, de iniciales A.J.A. y 58 años, se encuentra ingresado en el Hospital Universitario con lesiones de pronóstico grave, aunque no se teme por su vida. La Guardia Civil esperará a que sea dado de alta para considerarlo oficialmente investigado. Toxicología también examinará la muestra de sangre para localizar rastros de droga si es que las hubiera.

El fatal accidente se produjo el miércoles a las 15,15 horas frente a Quintanapalla. El tráiler que conducía el chófer portugués circulaba hacia Burgos capital cuando, en una curva a la derecha, se metió en el carril contrario y chocó, mientras hacía la tijera, contra el Seat Ibiza en el que iban las víctimas mortales. Momentos antes de accidente, algunos usuarios de la vía habían observado que el vehículo pesado circulaba haciendo eses en algunos tramos. Una enfermera que habló con él tras el siniestro comentaba a este periódico que estaba muy afectado y que pedía ayuda para ponerse en contacto con su patrón.

En el accidente de tráfico resultaron heridas otras tres personas, pues el camión se llevó por delante otro turismo y una motocicleta. Por suerte, a estos vehículos no los arrastró hasta el terraplén en el que acabó aplastando el automóvil que ocupaban los dos jóvenes gallegos fallecidos.