Los resultados de los primeros análisis realizados por los servicios sanitarios apuntan a que el cuadro clínico no se debe a ninguna de las mencionadas bacterias, sino que probablemente se trate de una enfermedad invasora por estreptococo del grupo A. Esta enfermedad no es prevenible mediante vacunación. Se ha puesto en marcha el protocolo para prevenir casos secundarios entre contactos próximos.