Primero se realizará una analítica del tipo de material, el revestimiento y el soporte pero, como ha afirmado Rosa Tera, representante de Batea, es «previsible» que los dos frescos se tengan que separar en cuadrantes para extraerlos y unirlos posteriormente en el taller de restauración de San Agustín. Este centro no tiene experiencia en este tipo de trabajo pero contará con la ayuda de Batea.