Historias del racionamiento

G.G.U.
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Cinco ancianos que sobrevivieron a la posguerra española relataron ayer durante una hora a alumnos de la UBU qué comieron para poder superarla

La siempreviva fue uno de los alimentos de base para la burgalesa Dominica Miguel durante la posguerra. Es una planta de esas que se dan casi en cualquier parte, de hojas gruesas y semejantes a las de la aloe vera, aunque mucho más cortas. «Es tipo alcachofa», explicó esta octogenaria menuda y de mente lucidísima, que ayer subió a la palestra de un aula de la facultad de Ciencias para explicar a jóvenes de la edad de sus nietos cómo se vivió la Guerra Civil y la posguerra en la provincia. «Yo muy mal, en mi casa pasamos hambre. Me he ido muchos días a la cama sin haber comido ni cenado», sentenció en voz tan baja como contundente. Más en la edición impresa o aquí.