Estas son cinco de las seis provincias españolas en las que aún hay centrales nucleares, por lo que Greenpeace quiere reivindicar que la energía nuclear es un modelo «agotado». «No se trata de una protesta o manifestación -explican los organizadores-. La energía nuclear es una energía acabada a pesar de los esfuerzos del sector y sus beneficiarios para mantenerla viva, igual que un zombi».