La función de un artista no es solo crear, sino también investigar para saber hasta dónde puede llegar. Eso hace Cristino Díez con su obra, que somete a los criterios de la oxidación, el reciclaje y las texturas. Porque el óxido no funciona igual si se trata con agua de lluvia, vinagre, sal, ácidos, aguafuerte, cartón de una huevera o una hogaza de pan, a la que también somete a esta intervención.