De entre 12 y 17 años, español y criado en la normalidad de una familia con una situación económica entre media y buena. Ese el perfil del hijo que maltrata a sus padres en la capital burgalesa, según datos oficiales del Programa de Apoyo Familiar para la Protección a la Infancia, que gestiona el Ayuntamiento a través de la Gerencia Municipal de Servicios Sociales.