Se trata de un mecanismo pionero en Castilla y León que se implantará a partir del mes de junio y para el que los empleados públicos tendrán siempre abierta la opción de sumarse o rechazarlo. Por el momento será de aplicación directa a casi 600 funcionarios y laborales que tienen la nómina en CaixaBank, del total de 1400 trabajadores con los que cuentan el Consistorio coma sus empresas públicas y organismos autónomos