La limpieza y el mantenimiento continuo de los espacios públicos no debería de ser un servicio al que poco menos que solo pueden aspirar quienes habitan el centro histórico, los espacios más modernos o las zonas residenciales (y no todas) de la ciudad. Más allá de los matices que puede no recoger la encuesta que ha incluido el profesor de la UBU  Gonzalo Andrés en su último libro, La industria en el área urbana de Burgos, las empresas burgalesas se pronuncian con contundencia ante la falta del cuidado de los polígonos de la capital y de su entorno más próximo. Así al menos se desprende de que más del 80% de los 143 negocios que han participado en el muestreo, unas 115, adviertan deficiencias de este tipo.

El trabajo que recoge el libro, editado por la Fundación Caja de Burgos, no solo recoge una demanda del empresariado por un mantenimiento más exhaustivo de la zonas comunes, de los espacios ajardinados y una mayor limpieza. También más del 70% de las empresas (más de un centenar) creen que hay deficiencias en el mobiliario (detallan que es insuficiente, que hay que cuidarlo más, o las dos cosas).

No se acaban aquí los problemas ya que para casi el 70% de las empresas consultadas es necesario mejorar la recogida selectiva de basuras. Y en una proporción casi idéntica se pronuncian quienes ven también defectos en el transporte público o en los puntos limpios (ya sea porque faltan, por su ubicación, porque no atienden sus necesidades...).

Aunque no es tan abrumadora la respuesta, no deja de ser una cifra abultada que más del 50% de las empresas no esté satisfecha con la vigilancia o con el mantenimiento o la señalización de la red de incendios. O que casi la mitad de los encuestados crea que es necesario mejorar el mantenimiento de la red de incendios o de telecomunicaciones.

Sin ser tampoco unánime (lo que no quiere decir que sea poco elevado el porcentaje), el sondeo también muestra que más de un tercio de las empresas consultadas no están conformes con el servicio de los contenedores de basura, con la señalización de los viales o con el funcionamiento del alumbrado público.

El profesor de la UBU lamenta que hay zonas que están «tal cual como se urbanizaron en el año 1964» y añade que los espacios más afectados son el polígono de Gamonal y las dos primeras fases del polígono de Villalonquéjar. «Hay dos caras: la del interior de las fábricas y la del exterior».

El trabajo realizado por Andrés viene a confirmar lo que ya desde el polígono de Burgos Este (antes Gamonal, Villímar Villafría y Villayuda) llevan tiempo reclamando:que la situación de determinadas zonas industriales deja mucho que desear. Ya en noviembre de 2016 se lo enseñaron al alcalde, Javier Lacalle, y a los concejales Carolina Blasco y Jorge Berzosa en una excursión guiada en autobús por el polígono (a petición de los empresarios) en la que les mostraron, in situ, pasos de peatones sin pintar, espacios verdes abandonadas, lugares con el asfalto deteriorado...

Buena parte de esas reclamaciones no han caducado ya que el presidente de la Asociación del Polígono Burgos Este, Fernando de Santiago, defiende que las actuaciones en la calle Alcalde Martín Cobos no son suficientes para paliar el deterioro de muchos rincones de esta zona de la ciudad.

En lo que apenas hay quejas, por lo que se entiende que en estos servicios el grado de satisfacción es alto, es en la accesibilidad o en el suministro de agua y gas. Aquí solo reclaman mejoras alrededor del 5% de las empresas encuestadas.

servicios que se necesitan. Más allá de las cuestiones relativas al mantenimiento de los polígonos, las empresas burgalesas también echan en falta algunos servicios que les facilitarían su actividad cotidiana. Así, el 90% de las que han participado en la encuesta realizada por el profesor de la Universidad de Burgos Gonzalo Andrés detallan que los gustaría contar con negocios de servicios de trabajo temporal. Casi en la misma proporción demandan más zonas comerciales, mientras que más del 80% creen que hacen falta asesorías y gestorías y locales de uso multiuso.

Por el contrario, las empresas creen, por lo general, que hay suficientes estaciones de servicio y establecimientos de hostelería y restauración.