Javier Lacalle se ha mostrado dispuesto aunque ha subrayado que los tiempos apremian y el Ayuntamiento debería resolver su posición de cara al Pleno previsto para mediados de noviembre. El regidor ha hablado de lograr «dos o tres años» de aplazamiento de las obligaciones y ha advertido que en cualquier caso habrá que estudiar sus consecuencias económicas y que los bancos a su vez lo aprueben.