Aunque la inversión y la modernización de los procesos productivos forma parte del día a día de las grandes compañías, la crisis económica obligó en no pocos casos a paralizar o posponer durante un tiempo unas apuestas que en los últimos ejercicios se han recuperado como consecuencia del incremento de la carga de trabajo y ante la necesidad de sumarse a la transformación digital. Solo en los últimos cinco años, según relata el profesor de la Universidad de Burgos Gonzalo Andrés en el libro La Industria en el área urbana de Burgos, las empresas ubicadas en la capital y en su entorno más cercano han invertido 1.200 millones de euros.

El caso más conocido de todos es el de Campofrío, que, tras el incendio de su factoría en noviembre de 2014, invirtió 225 millones de euros en la construcción de una fábrica completamente nueva y adaptada con la tecnología de lo que hoy se conoce como industria 4.0.

La otra gran apuesta ha sido la de Kronospan, que ha dedicado otros 140 millones de euros a modernizar por completo los procesos de la extinta Interbon (comprada por la multinacional austriaca). Un desembolso que le ha servido para duplicar la capacidad productiva de las instalaciones de Castañares.

Estratégica ha sido también la consecución de una inversión de 120 millones de euros en la factoría de Adisseo, el fabricante de metionina líquida (un aminoácido esencial para la nutrición animal). Un proyecto con el que se espera un incremento notable de su plantilla (en su día se estimó que del 30%) y de la producción.

Otra de la grandes noticias vino el año pasado de la mano de Bridgestone. La multinacional de origen japonés decidía realizar una inversión de 70 millones de euros en un plazo de 5 años, que le permitirá fabricar los neumáticos que va a demandar el mercado en el futuro. Una noticia que confirmó la apuesta de la firma por sus instalaciones de Villafría.

También con la mirada puesta en el futuro, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) acaba de culminar una inversión de 27 millones de euros en la que ha sido la actuación más importante desde su construcción hace ya más de medio siglo. En la última década, el desembolso en la modernización del proceso productivo se ha ido hasta los 60 millones.

Verallia, el fabricante de envases de vidrio, ha apostado por renovar uno de sus hornos y para ello destinará 30 millones de euros. Culminará la actuación a finales de este año.

Junto a estos, se han conocido otros proyectos como la construcción del nuevo almacén frigorífico de Campofrío Frescos (más de 10 millones de euros), a las que se han sumado otras inversiones también millonarias en otras empresas como Benteler, Hiperbaric, Smurfit Kappa, Mahou San Miguel, el Grupo Antolín, Ferroli, Gonvarri...

Andrés detalla que los proyectos de nuevas instalaciones en la cuarta fase del polígono de Villalonquéjar superan los 150 millones de euros. Una cifra que, según todas las previsiones, no dejará de crecer.

Pero más allá de las grandes inversiones de las multinacionales, la encuesta recogida en el libro detalla que la gran mayoría de las empresas ha realizado importantes apuestas para modernizar sus procesos. Así, el 74% de las alrededor de 150 compañías consultadas afirma que en los últimos 5 años ha ejecutado proyectos de renovación de equipos y/o de los procesos de producción. Y más del 20% ha acometido ampliaciones de sus instalaciones. La industria de la ciudad ha puesto la directa.