Y le dio el siroco

I.L.H.
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Un golpe de viento tiró el jueves al suelo al Gigantillo rompiéndole la crisma. Sucedió en la misa de La Luz. Con el sombrero apenas se veía una grieta y el percance pasó desapercibido

Mientras en La Real y Antigua levantaban el jueves a los bebés en alto, el Gigantillo hacía la operación inversa fuera del templo. La pareja de cartón piedra esperaba a la puerta para ser fotografiada cuando al de la capa castellana le dio el siroco. «El viento cambió de sentido y no nos dio tiempo a meter la mano porque hizo vela con la capa y cayó de espaldas al suelo», relata su porteador.