La sombra de la crisis catalana es alargada y alcanza, incluso supera, todo el territorio nacional. Burgos tampoco es ajena a la problemática política, social y económica generada por el órdago del gobierno de Carles Puigdemont y las consecuencias más claras ya están aquí. No tienen forma de manifestación, concentración o declaraciones solemnes. Son más terrenales y afectan al entramado económico.