El último día que entrenó en Masquekarting, Gonzalo Basurto se ganó al responsable del centro. Cuando Alejandro Álvarez lo recuerda aparece en su rostro una sonrisa: «Era bueno y le iba muy bien, pero sobre todo le gustaba. Lo importante no era ser el más rápido, sino disfrutar, y eso era lo que le hacía grande. También le gustaba jugar al fútbol, pero a mí me decía que no era lo mismo».