La víctima había comunicado tiempo atrás que en el testamento había dejado como herederos a sus familiares, y debido a su extremo estado de salud, los mismos realizaron un seguimiento de las cuentas bancarias, detectando en los últimos años la existencia de movimientos exagerados de cantidades de dinero, los cuales no correspondían con la vida que llevaba la enferma. Ante tal circunstancia, la familia comenzó a sospechar de J.D.L.C.T., de 57 años, la mujer que asistía a la víctima en el hogar desde hace 10 años, y decidieron ponerla un cebo en la caja fuerte. Guardaron 3.000 euros y días más tarde verificaron que faltaban 1.300.La investigación posterior de la Policía culminó con la detención de la sospechosa, que confesó haber sustraído entre 10 y 50 euros diarios durante 10 años.