El 2 de mayo de 2002 abrió sus puertas La Encina. Con aquella inauguración se terminaron años de estériles debates políticos sobre la necesidad de este recurso social en Burgos, dramáticos casos de personas que murieron en la calle porque no existía nada para acoger a los enfermos sin apoyos, y vergonzosos comportamientos vecinales que rechazaban en los barrios un centro de este tipo.