Una de las entradas que tiene el Camino de Santiago en Burgos transcurre por el barrio de la Ventilla, paralela al río Arlanzón, y pasa junto al Carlos Serna, justo antes de cruzarse con el bulevar. Al otro lado de este vial se encuentran los restos de un antiguo hospital de peregrinos.Lo que debería ser una senda cuidada para los miles de caminantes que nos visitan cada año, para unos cuantos se convierte en un calvario al encontrarse con baches, socavones, maleza, suciedad, pintadas y edificaciones derruidas y otras a punto de hacerlo. El tramo entre La Ventilla y el bulevar está «completamente abandonado por el Ayuntamiento», según afirma Jesús García, que junto a su mujer viven en una casa anexa al polideportivo, que acoge partidos de fútbol sala y balonmano a nivel regional.