Un buen día de setas depende en buena parte del antojo de la Madre Naturaleza, de ahí el maravilloso atractivo que esconde para el buen aficionado. En la provincia se pueden recolectar cuantas toneladas se quiera y de numerosas variedades de alto valor culinario siempre y cuando la humedad y la temperatura acompañe en otoño y primavera y si la recolección de la última temporada ha sido respetuosa.