En el interior de la ermita de San Millán de Puentedura, convertida hace años en museo etnográfico, se encuentran unas "magníficas y extrañas pinturas", como las califica el alcalde Gonzalo Moral, que datan de los siglos XV y XVII y que desde hace tiempo esperan una restauración y consolidación que, desde este invierno y tras las intensas lluvias que inundaron el templo, se ha hecho más urgente.