Alcoa anuncia su cierre en España con casi 700 despidos

SPC
-

La industria se escuda en una menor capacidad de producción, una tecnología menos eficiente, la sobrecapacidad de producción de China y las elevadas pérdidas registradas los últimos años

La multinacional productora de aluminio Alcoa anunció ayer su intención de iniciar un período formal de consultas para llevar a cabo un despido colectivo en sus plantas de Avilés y La Coruña, por el que se verán afectados un total de 686 trabajadores, tras proceder al cierre de estas fábricas debido a su «improductividad». 

Según la compañía estadounidense se trata de las plantas menos productivas del grupo debido a «problemas estructurales intrínsecos». Alcoa iniciará un tiempo de consultas con los representantes de los trabajadores con una duración máxima de 30 días naturales. 

La empresa se comprometió a trabajar para reducir el impacto de este proceso y negociará un plan social con los trabajadores, al reconocer que es «consciente» de la repercusión humana y social de este anuncio, por lo que «trabajará para alcanzar el mejor acuerdo para ambas partes». 

Según apuntó Alcoa, las plantas de Avilés y La Coruña se encuentran afectadas por problemas estructurales productivos y tecnológicos como su «menor capacidad de producción, una tecnología menos eficiente y elevados costes fijos», unidos a factores externos de mercado, como la «sobrecapacidad de producción de China», el elevado precio de las materias primas y el coste de la energía. 

Todos estos factores han generado pérdidas significativas en estas plantas en los últimos dos años, un déficit «que previsiblemente continuarán en el futuro», alertó Alcoa. 

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo mostró su «sorpresa» y «preocupación» ante el anuncio de cierre de Alcoa y ha solicitado que se abra un proceso de negociación para buscar alternativas a fin de mantener la capacidad productiva de ambas plantas.

Por su parte, el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Belarmino Feito, subrayó que es una «muy mala noticia» y consideró que ve «difícil» que la compañía dé marcha atrás.

Mientras, los trabajadores de las dos plantas iniciaron sus primeras movilizaciones y se concentraron a las puertas de la factoría para impedir la salida de camiones.