La iglesia de San Gil, el segundo templo más importante de la ciudad después de la Catedral, ha recuperado todo su esplendor tras ser sometida a una ambiciosa restauración de sus fachadas sur y oeste y de la portada principal. Las obras, que ha realizado la empresa Nueve Restaura, han supuesto una inversión de 200.000 euros, que ha financiado la Junta, y se han prolongado durante seis meses.