Desde hace varios años los agricultores de la comarca mayores de 40 años y con más de 50 hectáreas de terreno en propiedad se quedan fuera del reparto de la adjudicación de derechos para poder plantar viñedos en sus fincas. Una normativa dictada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que ejecuta la Junta de Castilla y León, distribuyendo las hectáreas autorizadas cada año para plantaciones nuevas de este cultivo entre las solicitudes que los agricultores les hacen llegar. 

De «vergonzoso» es como califican algunos de los agricultores de la Ribera este sistema de reparto, ya que como publica el Ministerio, a la hora de optar a estos derechos para poder plantar viñedos se contemplan como criterios de prioridad que el solicitante tenga menos de 40 años y que sea titular de una pequeña (entre 0,5 y 16,40 hectáreas) o una mediana explotación (de 16,40 a 50 hectáreas). Medidas que no permiten acceder a estos derechos a muchos agricultores. 

«Las personas que hacen la normativa saben poco de campo y los sindicatos no asesoran como se esperaba en defensa del agricultor. Hoy en el campo, la mayoría de jóvenes tienen otro trabajo y su renta no depende de la agricultura, la mayoría es agricultura de fin de semana, y a estas personas se las apoya», relata Miguel Ángel Muñoz, agricultor de Olmedillo de Roa, que considera importante que se ayude a los jóvenes, pero no en detrimento de agricultores que llevan toda la vida viviendo de este sector.

El también alcalde de la localidad ribereña señala, que además de la juventud, se apoya a los propietarios de explotaciones inferiores a las 50 hectáreas. «Con esa superficie de terreno, su renta no puede depender únicamente de la agricultura, por lo que también estamos hablando de agricultura de fin de semana», afirma Muñoz. 

El agricultor también asegura que «en la Consejería tampoco se dan cuenta de que una explotación de 50 hectáreas es inviable y la poca rentabilidad se obtiene de la diversidad de cultivos como cereales, girasol y uva, como es el caso de la Ribera del Duero. Un agricultor profesional, que viva únicamente de la agricultura, casi siempre va a tener una explotación superior a las 50 hectáreas. Somos agricultores, tenemos tierras, pero no nos conceden esos derechos. Nos hace falta ese volumen de tierras para poder vivir de ello, y eso no debería impedirnos el tener la posibilidad de plantar viñedos en nuestras fincas». 
Para este agricultor de Olmedillo, que considera «injusta» esta normativa, «la despoblación de los pueblos se contiene apoyando a los que realmente viven del campo y que sus ingresos vienen de la venta de sus cosechas. Después de los 40 años todavía tenemos ganas de trabajar en este sector y por supuesto de poder poner una viña. «Estos años pasados sí concedieron a agricultores de más de 40 años media hectárea, este año, si los sindicatos no hacen su trabajo, no nos darán nada», lamenta Miguel Ángel Muñoz. 

Sin esa autorización por parte de la Junta, no se pueden plantar nuevos viñedos dentro de la DO Ribera del Duero. «Si plantas sin derechos te los hacen arrancar, y si plantas más hectáreas de las que tienes autorizadas, también, la norma es así», comenta Miguel Ángel Muñoz, que va más allá. «Esos baremos están establecidos en ese reglamento, cuando proceden al reparto priorizan las condiciones que he comentado, y también hacen un seguimiento de que esas plantaciones efectivamente se lleven a cabo después. Lo que no comprueban, o hacen la vista gorda, es que a veces se pide la solicitud de plantar viñedo a nombre de una persona que igual ni vive en el pueblo porque estudia o trabaja fuera y es otra quien lleva a cabo esa función», lamenta este agricultor, que asegura que algunos hacen «trampa» para obtener derechos.