Santa María se va de veraneo

I.L.H.
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En la época estival, el célebre pintor burgalés regresaba desde Madrid a la provincia para pintarla. 38 de esos paisajes salen de su museo en el Monasterio de San Juan y recalan en el arco

Cuando llegaba el verano Marceliano Santa María (1866-1952) abandonaba su intensa actividad en Madrid para recorrer la provincia, bastidor en mano, y pintar la luz, las calles, el agua, las sombras y a las gentes de sus pueblos y paisajes. Esos lienzos salen de su habitual estancia, el museo monográfico que se le dedica en el monasterio de San Juan, para viajar al Arco de Santa María.