Los agentes que investigaban a ambos grupos criminales decidieron coordinar y realizar la fase de explotación de ambas de forma simultánea con el fin de dar un "duro golpe" a este tipo de organizaciones. La banda que actuó en Burgos se encontraba asentada en la localidad de Roquetas de Mar (Almería) y cometió robos en las provincias de Málaga, Almería, Granada, Jaén y Murcia.