El Burgos eludió el pasado domingo, ganando al Coruxo, el descenso directo, pero no ató la permanencia. Queda un escollo, el que no quería bajo ningún concepto, su partido ante el Boiro. En esta pequeña localidad gallega el equipo burgalés se juega acabar la temporada y sellar su continuidad en Segunda B o condenarse a una eliminatoria a doble partido muy peligrosa con otro rival de otros grupos.