Tres historias de amor puro

A.G.
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Leide, Silvia y María relatan cómo determinó sus vidas afrontar maternidades poco convencionales y arriesgadas y valientes

Tener un hijo es mucho más que un simple trámite biológico. La maternidad es una condición que aunque no define ni completa por sí sola a las mujeres ha manejado siempre el rumbo de sus vidas en una sociedad que ha intentado -y lo sigue haciendo- imponer muy rígidamente las pautas de cómo debe ser una buena madre. Pero hay tantos modelos como mujeres y todos son igualmente válidos porque, generalmente, nacen del amor incondicional y más primario. Hoy, en la edición impresa de Diario de Burgos, nos acercamos a las historias de Leide Ocampo, que cría sola a Luis Alfonso tras llegar a Burgos embarazada con 19 años; Silvia, cuyos hijos (Pablo y Raúl) tienen autismo; y María, que tiene dos hijos biológicos y ha adoptados a dos bebés más.