El ranking de los servicios más deficitarios está liderado desde hace años por Autobuses Urbanos, y el 2016 no fue una excepción. Ningún otro servicio municipal cuesta más dinero a fondo perdido que el transporte público. No siempre fue así: el déficit comenzó a desbocarse con la primera operación de renting del año 2007 y desde entonces no ha dejado de ir a peor.