Los programas de atención a la diversidad han evolucionado notablemente con el paso de los años. No solo en lo que a su regulación se refiere, sino también en el número de alumnos matriculados. En el curso 2010-2011 había 1.872 escolares con necesidades educativas especiales en las aulas burgalesas, mientras que en el actual la cifra llega a los 2.998 desde segundo ciclo de Infantil a Secundaria. El motivo, «una mayor detección» a edad temprana, según apunta la Dirección Provincial de Educación. Más en la edición impresa o aquí.