De estar en el sitio oportuno en el momento más indicado. De esto va esta historia con protagonistas burgalesas que salvaron la vida a un ciudadano polaco. La lluviosa mañana del 10 de marzo, Seila Ortega y Patricia Hernaiz aguardaban el inicio de una visita gratuita en la toledana plaza de Zocodover cuando un hombre se desplomó y su presencia fue providencial. «Le vi con signos de ahogamiento, que no estaba respirando», recuerda Seila, enfermera en Recoletas. Segundos después llegó a su altura Patricia, auxiliar de enfermería en el mismo hospital. «Se va a parar, se va a parar», le dijo Seila, así que optaron por realizar una RCP (reanimación cardiopulmonar) básica hasta que llegó el 112.Más en la edición impresa o aquí