La plaza de Santo Domingo luce renovada tras concluir las obras que han permitido la sustitución del famoso 'clínker' por losas de granito rojo de Monforte y caliza negra. Se han corregido las pendientes para eliminar los habituales charcos y el problema de la iluminación se ha resuelto manteniendo la disposición de las farolas pero cambiando el modelo de luminaria por otro con tecnología LED.