Diseñan un centro dedicado a las catedrales

Á.M.
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Habilitar el edificio del número 2 de la plaza del Rey San Fernando costaría tres millones y podría recibir 40.000 visitantes al año, según los estudios que ya maneja el Ayuntamiento

Diseñan un centro dedicado a las catedrales - Foto: Diario de Burgos Miguel Ángel Valdivielso

Hoy son hitos arquitectónicos y patrimoniales para todos y centro de culto para los creyentes, pero otrora trascendieron el hecho religioso y constructivo para erigirse en auténticos núcleos de poder, en imanes de desarrollo, conocimiento y dinero. Las grandes catedrales europeas fueron la primera piedra del túnel de salida de la oscuridad medieval, configuraron ciudades, decidieron reinos... Lo cambiaron todo. A esa historia, medida en términos artísticos, sociales, económicos y políticos, es a lo que el equipo de Gobierno quiere dedicar todo el número 2 de la plaza del Rey San Fernando, edificio de propiedad municipal a los pies de la Catedral de Santa María que albergaba las oficinas de los grupos municipales hasta ser declarado en ruina.

El propio alcalde, Javier Lacalle, ya anunció a principios de verano que el inmueble, una de las joyas del parque inmobiliario municipal, no se vendería. Había sido tasado con la intención de hacer caja, e incluso dos grupos hoteleros de la capital estudiaron la posibilidad de convertirlo en alojamientos turísticos. Eso ya no sucederá, o no al menos si depende del Ejecutivo actual o del propio Javier Lacalle, que como es sabido repetirá candidatura a la Alcaldía.

Este planeamiento, que cuenta con un estudio económico y algo parecido a un anteproyecto, fue trasladado al Patronato de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos en su última reunión y está a punto de hacerse público en toda su dimensión. A pesar del mutismo con el que se han llevado los trabajos previos, Lacalle admite que esa será la finalidad del inmueble. Y puntualiza: «No es un centro de interpretación de la Catedral de Burgos, sino un complejo dedicado a todas las catedrales, a lo que supuso su construcción a lo largo de Europa. En otros países existen algunos centros vinculados a catedrales concretas, pero no hay nada en todo el mundo como lo que queremos hacer en Burgos».

El proyecto no sólo es ambicioso en términos didácticos. El edificio está declarado en ruina y tiene protección estructural, por lo que requerirá de una inversión notable que el jefe del Ejecutivo local cifra en torno a «tres millones de euros», si bien la cantidad definitiva quedará plasmada en el proyecto de ejecución. Por cierto que también han existido contactos que indican al mecenazgo privado para la elaboración de ese proyecto, replicando convenios como los que han permitido diseñar la cubierta del claustro de San Juan.

financiación. El espacio resultante en el bloque, que cuenta con planta baja más cuatro alturas, es de 1.800 metros cuadrados, lo que permitiría albergar el equipamiento. Han existido consultas a empresas especializadas y la realidad virtual tendría una presencia notable en la colección. Lacalle también admite que, en el contexto actual, sería necesario un acuerdo político para poder financiar la construcción del centro, que «se podría iniciar en 2020 para que se pudiera inaugurar a finales del 2021». «Aunque la verdadera vocación de este espacio es la de permanecer en el tiempo y convertirse en un recurso cultural único, lo apropiado es que se inaugure el mismo año de celebración del VIII Centenario a modo de colofón», añade.

La previsión es pedir ayuda financiera «tanto a la Junta como al Ministerio de Cultura», aunque «es evidente que la mayor parte del presupuesto habría que cubrirla con fondos municipales a partir de 2020». Así, si existe un mecenazgo que sufrague el proyecto y la ejecución se inicia en 2020, podría salvarse el ejercicio que está a punto de empezar y en el que es evidente que se tendrá que trabajar con un presupuesto prorrogado que no permitiría financiar ni esta ni ninguna otra obra nueva.

Tanto la propiedad del edificio como la colección permanente serán propiedad municipal, pero la intención es que la aportación de un recurso turístico y cultural no constituya un incremento del gasto corriente. Esto es, que el centro sea autosuficiente. El estudio previo de viabilidad señala que entre un 10 y un 15% de los visitantes de la Catedral podrían serlo también de este nuevo espacio, lo que es tanto como decir que podrían acceder a él entre 40.000 y 60.000 personas que, pagando una «pequeña entrada», financiarían los costes de operatividad. El modelo de gestión está por determinar, aunque Lacalle no descarta «que la Fundación esté implicada de alguna manera».

Este proyecto, para el que el actual alcalde se muestra convencido de que obtendrá el apoyo necesario del resto de grupos políticos, acabaría con el culebrón del inmueble. Hace diez años que se planteó su venta para obtener entre dos y tres millones. Primero se topó con una inquilina que se negaba a dejar uno de los pisos (todo el bloque es municipal), después con el rechazo del PSOE a dejar sus oficinas y, finalmente, con una declaración de ruina que advierte de serias deficiencias estructurales, además de una ‘invasión’ parcial desde el bloque contiguo.

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