Aragón Izquierdo, una de las mayores constructoras de Burgos, debió presentar concurso de acreedores en torno a junio de 2010, fecha en la que «conoció o debió conocer» que la empresa había entrado en una situación de insolvencia, pero lo hizo casi 2 años después, en marzo de 2012, lo que agravó su déficit patrimonial con administraciones, proveedores y otras empresas por unos 15,7 millones de €.