Leal -según una nota de prensa de Caja de Burgos- «deja una organización fortalecida que se ha posicionado como la principal entidad social de carácter privado en Burgos». Por su parte, Clemente «afronta la presidencia con el reto de desarrollar un nuevo plan estratégico que haga crecer a la Fundación e incremente su capacidad de generar y captar ingresos y continuar revirtiéndoles a la sociedad».