David Ballesteros empezó a trabajar nada más cumplir los 18 años. Comenzó en Jumbo -hoy Alcampo- hasta que le contrataron en el Telepizza de la plaza Vega y después en Ojeda, donde permaneció tres años antes de irse al paro una temporada. Surgió una oportunidad en el Ayuntamiento y la aprovechó, pero al cabo de un año volvió al paro. Casi a diario preguntaba si había algo para él hasta que, en 2014, Telepizza volvió a contar con este exempleado para su tienda de la calle Severo Ochoa. Y allí sigue. «Es el sitio en el que mejor he estado. Se trabaja bien y la relación con los compañeros es muy buena», afirmaba ayer.Conoce más sobre la historia de David en la edición impresa o aquí