Los vecinos de Turiso no salían de su asombro cuando la Policía se presentó en el pueblo, de apenas medio centenar de habitantes y donde nunca sucede nada. La sorpresa inicial pronto dio paso a la conmoción. «No me lo puedo creer; no es que tuviera mucha relación con ellos pero aquí nos conocemos todos», aseguraba un hombre que cuando escuchó la noticia no imaginaba que la víctima fuera su vecina.