Un ladrón de fin de mes

I.E.
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J.M.M.M., vecino del G-3 detenido 5 veces en un año por 162 robos en vehículos, comete sus golpes a partir, más o menos, del día 20, que es cuando ha gastado la pensión y no le queda dinero para pagar sus dosis de droga

No es J.M.M.M. (50 años) un ladrón al uso. Cobra su pensión -nada desdeñable, por cierto- y tiene piso en propiedad, en el G-3, para más señas. Por tanto, a priori, no precisa dinero para subsistir. Pero está tan enganchado a las drogas que necesita robar para seguir pagándose las dosis cuando se le acaba la pasta. Y eso suele ocurrir sobre el día 20 cada mes. La Policía Nacional, que lo ha detenido en cinco ocasiones entre 2017 y 2018, ha comprobado que la mayoría de los palos en automóviles los da a partir de esa fecha, cuando el síndrome de abstinencia se hace insoportable y no ve otra salida que sustraer efectos de los coches para cambiarlos por una papela, la mayor parte de las veces de heroína.