Sinopsis oficial
A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, Ron Stallworth se convierte en el primer detective afroamericano del departamento de policía de Colorado Springs, pero es recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y los agentes. Sin amedrentarse, decide seguir adelante y hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y exponerlo ante la ciudad.
La crítica -
Por J.M.S.
¿Puede haber una situación más absurda que infiltrarse en el Ku Klus Klan siendo negro?. Por increíble que les parezca eso sucedió en los años 70 y el protagonista se llamaba Ron Stallworth.
Porque Stallworth fue el primer detective afroamericano del departamento de policía de Colorado Spring. Un hombre “tirado para adelante” que afrontó ese puesto sabiendo que, incluso en su mismo trabajo, iba a ser recibido con cierta hostilidad por mandos y compañeros. Concienciado con la gente de su raza, pronto se involucró en una misión peligrosa al infiltrarse en el Ku Klux Klan, telefónicamente, haciéndose pasar un radical racista. Así se ganó la confianza del Gran Brujo del Klan, David Duke. No obstante, cuando la investigación fue complicándose y Ron debía dar la cara, entró en acción otro compañero: Flip Zimmerman, de origen judío, y raza blanca, que tuvo que hacerse pasar por Ron para entablar relaciones personales con peligrosos miembros locales del Klan.
Lo sorprendente de este largometraje es que Spike Lee, desde el principio, optó por un tono humorístico y una descripción caricaturesca de los miembros del Klan algo que, paradójicamente, funciona sin que en ningún momento se rebaje la credibilidad de la historia al mismo tiempo que favorece que se deslice muy bien. Ello tampoco impide que conozcamos desde dentro sus reuniones o la forma de operar de esos extremistas, constituyendo un documento bastante interesante, a la vez que estremecedor, de la sinrazón de la xenofobia.
Spike Lee está considerado como el director afroamericano más influente de la Historia del cine pero con unas convicciones políticas que siempre muestra explícitamente. Esta cinta no es una excepción, de ahí que muestre su simpatía por el entonces incipiente movimiento de Black Panther, una organización nacionalista negra, que estuvo activa en Estados Unidos entre 1962 y 1982, algunas de cuyas acciones también en su momento fueron más que reprobables.
Como ocurre con la mayoría de películas sobre encubiertos de la policía, el argumento resulta muy emocionante